Luis Molina, alcalde de Miraflores, en compañía del destacado artista plástico Ricardo Wiesse y otras personalidades, inauguran la obra con espectacular iluminación.
Impresionante obra ocupa un área de 10,500 metros cuadrados sobre los muros de la Vía Expresa, la más importante avenida de la capital.
La actual gestión de la Municipalidad de Miraflores decidió con Ricardo Wiesse el diseño de un nuevo mural de 10,500 metros cuadrados, en vista de que el anterior se había deteriorado por el paso del tiempo. Así se procedió a la restauración de las cinco cuadras de muros.
Bajo espectacular iluminación para
la ocasión, este viernes a las 10 de la noche el alcalde de Miraflores Luis
Molina inaugura el nuevo Mural de la Vía Expresa, la gran obra realizada por el
artista Ricardo Wiesse hecha de mosaicos, cuyo trazo paisajístico le ha
cambiado la cara a un tramo miraflorino del ex zanjón, hace 30 años. Ello ha
sido posible gracias al apoyo de la comuna miraflorina y de la empresa privada.
Los trabajos de restauración
comandados por Ricardo Wiesse comenzaron en octubre del 2019, pero las obras
fueron suspendidas al desatarse la pandemia del coronavirus. Los trabajos se
retomaron el 3 de mayo del 2021 y terminaron en diciembre.
La restauración de esta magnífica
obra fue realizada por 35 jóvenes especialistas comandados por Jorge Gutiérrez,
productor de obra que Ricardo Wiesse convocó en esta oportunidad tal como hizo
hace 30 años. Jorge se encontraba trabajando en Argentina, pero no dudó en
repetir la experiencia al lado de Ricardo, su viejo amigo.
Sobre la obra restaurada, Wiesse
escribió: “La actual es una versión sintetizada de la anterior, cuyo diseño de
líneas repetidas aludía al mar y al desierto intercalados como las esencias del
paisaje natural que enmarca la urbe. Ahora, el espacio abierto sigue siendo el
tema, pautado por una fracción de las verticales ondulantes previas. Sus grandes
tramos vacíos se disuelven en fronteras porosas, en paisajes paulatinos de un
tono a otro, acordes a los cambios leves de los arenales silenciosos, a las
graduaciones sutiles que pueblas las perspectivas despejadas y a la simplicidad
que apacigua y neutraliza las vibraciones hostiles del entorno”.
El mural, sin duda, acompaña a los
transeúntes como un respiro de aire fresco que los libera de toda agresión visual. El artista plástico
destaca que el recorrido no impone representaciones literales, sino que invita
a soñar. “No son líneas definidas ni figuras concretas. A mí me gusta alimentar
la curiosidad visual del transeúnte. El acto abstracto enfrenta a las personas
con los estímulos que se le presentan, despertando su sensibilidad. Si alguien
al verlo, siente que le alegra el día, con eso me basta” subraya el artista.
Breve historia
El nuevo proyecto presentado por
Ricardo Wiesse a la Municipalidad de Miraflores en 1991 contemplaba un área
estimada de 10,500 metros cuadrados. El trabajo entonces fue financiado por el
municipio, pero contó, al igual que hoy, con auspicios de la empresa privada.
Así fue la construcción del proyecto monumental que se convirtió en símbolo de
Miraflores.
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