No es secreto alguno que no soy afecto a ningún tipo de cadenas grupales, ni de mensajes, ni de pensamientos como tampoco de oración, que para mi es personal y directa, Tampoco soy inclinado a entrar a redes sociales ni lanzar mensajes colectivos y, rara vez abro alguno, pero les cuento que, como excepción, leí uno que llevaba como encabezamiento, algo así como “De COVID 19 A CONVIVE 20” y que he copiado como título de este pequeño artículo.
Francamente su contenido me hizo pensar, pues reflexionaba frente a las personas que se estresan y se afectan sicológicamente en forma negativa ante esta pandemia, creyendo que nunca saldremos de ella. La verdad es que no estamos frente a la primera pandemia del mundo y que, si no hemos sido testigos de otras, de la gravedad de la que afrontamos, tarde o temprano se salió de ellas. No hay nada científico que nos lleve a la conclusión de que no se saldrá de la del COVID 19.
El pensamiento negativo afecta negativamente, y cual pandemia, también es contagioso, pero contagio que tiene que ver con el estado de ánimo, el que debemos superarlo lo más rápido posible ya que es sabido que él también puede generar enfermedad física o hacernos propensos a ella.
Tenemos que cambiar el chiip mental, pasando de polo negativo al positivo. Por supuesto que no es fácil hacerlo, aunque si decirlo, pero no nos quedemos en el anuncio, hagamos el máximo esfuerzo para el cambio. El pensar en positivo ayuda y siempre debe haber esperanza.
Sin ser infidente, recuerdo que hace un par de décadas encontré en el embarcadero del balneario al que concurro en el verano, a Luis Bedoya Reyes, que esperaba una embarcación para subir a ella. Cuando llegó -y que me perdone el Tucán, me pareció horrorosa. Él me dijo que había pertenecido a un renombrado novelista que la había utilizado en el mar adyacente a los departamentos norteños y que llevaba varios meses refaccionándola. Ingenuamente le pregunté el por qué y, su respuesta no se dejó esperar, me dijo más o menos algo así: Antero, a cualquier edad siempre se debe tener alguna ilusión, te mantiene vivo y vigilante. Nunca lo olvido.
Por lo anterior, hay que transmitir lo positivo a las mentes negativas, que ayudará a convertirse en el antivirus del COVID 19, permitiendo convivir con los demás y también a dejar de transmitirles lo negativo para transformarlo en positivo.
Comentando todo lo antes referido con un compañero de infancia, que es médico siquiatra me dijo, no te olvides que tanto psicólogos de oficio o no, como los siquiatras, somos médicos del alma y si ella está sana, el cuerpo también podrá superar las dolencias.
Recordemos lo que dice antiguo y sabio refrán: no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resiste, por ello convirtamos el COVID 19 en CONVIVE 20.
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